La multitud conectada
La multitud conectada propuso un espacio colaborativo que reunió a hackers, media-artistas y activistas para el pensamiento y la acción en torno a la construcción de «un mundo en el que quepan muchos mundos».
Algunos autores han llamado «la multitud digital» al movimiento que surgio hacia finales de la década de los 90 como resultado de inéditas alianzas entre tecnólogos, activistas y artistas. Multitud, en el sentido de Negri y Hardt, del nuevo sujeto político compuesto por una multiplicidad de agentes, independientes y diversos, pero interconectados en red y con capacidad de convergencias creativas en determinadas circunstancias. Digital, por la relevancia que se atribuye a las tecnologías de la información y las comunicaciones en la concepción y el desarrollo de su acción.
La acción de la multitud digital no es antiglobalizadora, ni, por su por su propia definición, puede ser antitecnológica. La multitud digital está construyendo otras relaciones, – otros agenciamientos si utilizamos la terminología de Deleuze y Guattari -, entre globalización, tecnologías y redes. La ética de los primeros hackers, las formas de producción y propiedad del conocimiento de los desarrolladores de software libre o la acción híbrida entre lo real y lo virtual de los tactical media, son algunos de los virus producidos por la multitud digital que comienzan a infectar a otros campos sociales.
La lucha por el control de las tecnologías, – medios de comunicación, información y conocimiento – constituye una de las claves del movimiento. Podríamos llamarlo socialización de los medios de información y comunicación. Si los sistemas son centralizados y de código cerrado, – como en el caso de la televisión o el sofware propietario -, la sociedad tenderá hacia relaciones de dominación y dependencia. Si se desarrollan sistemas de redes abiertas, multidireccionales y de código abierto – como el teléfono, el software libre, o la www durante su primera etapa – se promoverán relaciones de autonomía, creatividad y libertad. Algunas de las tecnologías con las que experimentaremos en el taller – wifi, streaming de video, conexiones satelitales bidireccionales… – están actualmente en un estado incipiente, y su desarrollo próximo dependerá de las estrategias y fuerzas que lleguen a poner en juego los actores que defienden unos y otros modelos. Como multitud digital somos la vanguardia tecnológica. «Recordad», escriben Lovink y Schneider, «ellos son los dinosaurios.»
La era de la información ha transformado el espacio y el tiempo. Al espacio de los lugares y el tiempo histórico se han superpuesto el espacio de los flujos y el tiempo atemporal. El colapso de pasado y futuro en el presente, sitúa a la geografía y al habitar en primer plano. Hemos propuesto llamar geografías de la multitud a las formas en que los nuevos movimientos sociales, aliados con hackers, artistas y pensadores, inscriben sus acciones antagonistas en el espacio. Habitante del espacio de los flujos, la multitud digital se manifiesta en los nodos donde interactua con los espacios-lugares, en eventos fulgurantes, en acontecimientos que cambian la vida y transforman el mundo – así lo soñaba el situacionista Raoul Vaneigem.